sábado, 31 de mayo de 2008

El inventor de las llamadas perdidas (Monólogo de César Rodríguez)


He de confesarlo. Soy el inventor de las llamadas perdidas.
Si amig@s, pero no solo eso...soy el inventor de las llamadas perdidas y, de haberlo patentado, hoy sería inmensamente rico.
Nunca antes lo había expuesto tan abiertamente pero quiero que todo el mundo lo sepa para, como diría un buen amigo, ser aclamado por las calles.
Todo esto comenzó en el año 1.996, cuando en mi, por aquel entonces, afortunadamente amplio circulo de amistades eramos contados con los dedos de una sola mano los propietarios de un teléfono móvil.
Quise inventar un modo de hacer entender a quien fuera preciso algunas cosas que antes de la existencia del móvil no era necesario aclarar. Antiguamente, cuando se concretaba una cita, no había más qué hablar. Se decía una hora y un lugar y allí acudíamos aunque lloviera a cantaros...y ademas, puntuales. Pero eso era antes. Ahora no. Nos hemos acostumbrado a estar siempre pendientes del teléfono móvil y esto ha resultado ser la jungla en la que todo es válido.
Para no perder el tiempo y no hacer que los demás lo perdieran por mí, me puse manos a la obra para hacer funcionar mi cabeza pensando en algún método innovador de muy bajo coste o incluso gratuito, y así fue como llegue a dar con lo que, poco a poco se ha ido convirtiendo en un lenguaje...el lenguaje de la llamada perdida.
Se trata de llamar de un teléfono a otro dejando sonar un tono para que esa llamada quede reflejada.
Hubo un rumor en el que se decía que algunas compañías telefónicas cobraban todas las llamadas que se efectuaban aun sin establecer contacto ni conversación, pero a pesar de lo alarmante del asunto, tan solo se trataba de un rumor (un rumor como aquel de: "si te masturbas mucho, iras perdiendo la vista hasta quedarte ciego", que es un rumor que todo el mundo sabe que es imposible que suceda, pero acojona. Tengo un amigo ciego de nacimiento que un día, charlando animadamente, me dijo que se estaba volviendo loco intendo descubrir si todo eso también funcionaría a la inversa...)

Lo que yo bauticé como "llamada perdida", con el tiempo, recibe nombres tan dispares como estos:

- Un llamacuelga
- Un timbrazo
- Un toquecín
- Un llamallama
- Un mesemese (Yo con esta definición me parto de la risa...esto ya es para hablar de ello otro día, porque resulta que, la gente a la que he oído utilizarlo lo hace refiriéndose a una "llamada perdida",pero realmente lo que quiere decir esa palabra es "Mensaje corto escrito" o lo que es lo mismo, SMS (Short Message Sysytem). Es lo ultimo de lo ultimo, vamos....)

Estos son solo algunos ejemplos.

Paso ahora a desglosar algunas de las funciones de la llamada perdida en cuestión (por supuesto también invención mía como consecuencia de la funcionalidad de este fenómeno social):

- "Si me intentas dejar una llamada y te cuelgo, es que estoy llegando."
- "Te dejo una llamada cuando esté abajo."
- "Dame una llamada y salgo a buscarte."
- "Déjame una llamada y así se me queda grabado tu teléfono para guardarte en mi agenda."
- "Déjame una llamada cuando vayas a entrar al metro y así me hago una idea de cuanto tardas para no tener que esperar mucho."
- "Déjame una llamada cuando llegues a casa para saber que has llegado bien."
- "Si te dejo una llamada perdida es que SI y si te dejo dos es que NO."
- "Déjame una llamada perdida y te llamo yo desde el curro."

Esto también son solo algunos ejemplos.

Otro de los puntazos de este método es la inmediatez y la contundencia que lleva impresa la llamada perdida. Cada uno puede darle su significado personal.
En ocasiones yo dejo una llamada perdida a la gente de la que de repente me acuerdo para dejar constancia de ello. Hay gente que responde con otra llamada perdida creando una reciprocidad satisfactoria, y hay gente que no lo hace por no ser consciente de la importancia de la misma (si lo hubiera patentado...). También los hay que, producto de la envidia que sienten del que es ocurrente, se enfadan haciendo comentarios despectivos al respecto. En cierto modo, también lo hago para recordarle al mundo quien fue el inventor de las llamadas perdidas (que levante la mano quien me este robando los derechos de autor...)
En ocasiones me sucede una cosa muy graciosa con la que nos reímos un montón mis amigos y yo. A veces me pasa que recibo algunas llamadas perdidas seguidas y digo : "joder con las llamaditas perdidas..." y no me doy cuenta de que es culpa mía!!soy yo el inventor!!. Y entonces, enseguida se me pasa y las devuelvo...como debe ser.

Después de leer todo esto, seguro que ahora te lo piensas dos veces antes de emitir o recibir una llamada perdida...

Por cierto, este es el final de mi monologo, así que, sobretodo las mujeres, ahora me dejáis una llamada perdida en el móvil para guardarlos en mi agenda y así yo entiendo que lo que queréis es que volvamos a vernos otro día....
Buenas noches.

César Rodríguez

("El inventor de las llamadas perdidas" es un monólogo extraído de "Los soliloquios de César Rodríguez".)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta haber descubierto al inventor de la excusa de última hora, del aviso que no se espera, de un sobresalto, de una lágrima amarga, de las ganas mojadas en silencio...

Te dejo una llamada perdida... y un beso en el aire, perdido, si quieres encontrarlo...

Anónimo dijo...

Ring.

:p