martes, 30 de septiembre de 2008

Querer es poder (o no...)

Soy de los que piensan que merece la pena condenar un poco de tiempo y voluntad por tratar de mejorar las cosas (aunque no siempre lo haga).


Es como comer un buen pedazo de tarta.

Todos sabemos que, a determinada edad, hay que tener cuidado con abusar comiendo determinadas cosas, pero cualquiera se resiste...a nadie le amarga un dulce.


Es como dejar de fumar definitivamente.

Todos sabemos que no volver a coger un cigarro únicamente nos traerá beneficios...pero no es fácil sacrificar el cigarrito tras la comida o “el de después de”...


Es como cuando el amor de nuestra vida se va.

Todos sabemos que al final, con el paso del tiempo, nos recuperaremos y miraremos desde la distancia esa relación a la que nos habíamos acostumbrado pero que en realidad no nos aportaba nada. Lo que pasa es que, cuando estamos dentro de esa espiral, nuestro único pensamiento es que todo va a cambiar y seremos tan felices como deseamos sí aguantamos un poco más, y un poco más, y otro poco, y otro...


Pero nadie dijo que fuera fácil.


Lo realmente fácil es decirlo o escribirlo pero sólo quién realmente quiere es capaz de enfrentarse a lo que realmente le perjudica y es capaz de haber conocido el lado oscuro pudiendo contarlo habiendo regresado.


Abrazos

viernes, 19 de septiembre de 2008

Entre tanto...


Tengo sueño. Estoy cansado. Hay tantos cambios como cajas por deshacer, pero he recordado un montón de cosas del pasado con el traslado que me ocupa.
Se acumulan tantas cajas como recuerdos.

Hago un paréntesis para hablar un poco aquí, lo cual también me hace sentir bastante bien. Hace ya algún tiempo, tras un concierto, alguien me hizo un regalo de una forma anónima que hoy he podido volver a ojear debido a una mudanza en la que hemos sido completos protagonistas.

Se trata de un libro precioso que ilustra con todo tipo de detalles la vida de un Rafael Alberti ampliamente desglosado. Este ejemplar te invita a vivir la sensación de tener una pieza única entre las manos aunque no lo sea.
La verdad es que, más que el libro y el valor que ha de tener, lo realmente importante siempre es el detalle, y, aunque a uno no lo guste especialmente la poesía (más bien ha de ser que no la entiendo y me aburre tanto o más que ARCO...) se agradece.
(He de confesar que a veces me siento culpable por no gustarme los grandes poetas o los grandes cantautores, pero se me pasa enseguida...)

El libro está lleno de fotos (una de Rafael Alberti junto a Fernando Villalón y Manuel Altolaguirre junto a la plaza de Cibeles en 1920, entre otras) pegadas en sus páginas que te acercan un poco más a la vida de Alberti y al sentido de las poesías en él plasmadas.


En la última página del libro destaca el siguiente texto:

"Esta edición facsimilar de la primera edición de "Marinero en tierra", de Rafael Alberti, según el ejemplar en posesión de Aitana Alberti, que perteneció a Mª Teresa León, a quien el poeta se lo regaló, terminó de imprimirse en el Otoño del 2002, coincidiendo con el centenario del nacimiento del autor."

Este es uno de esos ejemplares que gusta tener en la librería de casa.
Me gustaría ponerle cara a esa dedicatoria de las paginas iniciales y poder dar las gracias debidamente a la persona que inspiró este post de una forma tan poética como sincera...

“Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera.”


Abrazos.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Bonitos detalles...

...que cortan el aire y no permiten demasiadas palabras.
Es muy satisfactorio ver este tipo de cosas, de verdad.
Muchas gracias.

"...si me regalas una vuelta de reloj me paralizo..."

Mañana concierto.

Abrazos


martes, 2 de septiembre de 2008

Síndrome-Post

Aún tengo el pelo mojado y la marca de las chanclas. El ritmo cardíaco se ha ralentizado y parece que hubiera que forzarlo para pensar con la fluidez de antes.

Los escaparates llevan manga larga y yo sigo con el mismo calor que tuve metido en agua salina...pero ya se acabó y soy consciente del síndrome con que vuelvo a la oficina...

Entiendo que, poco a poco, nos acostumbraremos de nuevo a ese sonido insoportable de un despertador que ya no recordábamos...y mientras nosotros nos preocupamos de cosas sin importancia sentados en un sillón, hay huracanes, accidentes aéreos, guerras, hambre..personas que nunca se despertarán en una cama tras el sonido digital que te obliga a despertar, gente que no tiene la posibilidad de beber agua potable, gente que anda descalza todo el año y no precisamente por la arena de la playa...son tantas cosas las que pasan en el mundo que me niego a pensar que volver de vacaciones pueda ser malo...

Abrazos