A veces me despierto en la mañana más cansado que anoche.
A veces me despierto a medianoche muy despejado,
como habiendo estado una semana durmiendo.
A veces me despierto y no es mi cama...
Tengo muy rojas las costuras de la piel y no he venido porque me traiga una cita...
y si te cruzas y me hiciste algo de mal, traga saliva...
Ya soy puntual (que es importante),
serio y discreto (con quien merece serlo),
tengo destiempo y bienreservadas las ganas,
no ando por ellas pero sé cuando se hizo su camino poco a poco y por las ramas.
Mi agenda telefónica tiene por fin agujeros
dejados por la gente no digna de aquellos huecos...
"...y subiré los escalones uno a uno hasta la cresta
por el espacio y los abrazos que me prestan..."
Abrazos
4 comentarios:
Un gran Texto...
Espero poder dejar yo también los agujeros de la gente que no se merece ese hueco.
Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas
Me ha gustado mucho el texto en general pero la parte de los huecos en la agenda es especialmente NOTABLE, César.
Muy bueno, en serio. Todos tenemos que ir dejando esos huecos de la gente que no lo merece...
Y puede ocurrir que ese hueco recién estrenado, con el tiempo, se vuelva a rellenar.
Porque la vida da muchas vueltas y nosotros con ella.
Un besito.
Yo aún no soy capaz de agujerear mi agenda por más que lo intento.
Siempre pienso: "por si acaso..."
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