No alcancé a verte cerrar los ojos.
Nadie sabe lo que estarás soñando.
Mientras duermes yo pienso en nosotros...en la forma de encontrarnos...en todo lo que arriesgamos para llegar hasta donde estamos.
Si no hubiéramos dado la espalda a esa vida que nos hacía tanto mal, jamás nos hubiéramos conocido con la mente tan despejada y las cosas tan claras...tan dispuestos a querer aquello que nos hicieron creer tan lejos e inalcanzable.
Alguien dijo que "el que no arriesga, no gana", y esa frase encierra tanta razón que da hasta miedo. Todo el mundo sabe que las puertas que se cierran dan lugar a otras, y sabiendo que lo que en ese momento tenemos tampoco es tan bueno, bien merece la pena sacar fuerzas de donde no las hay para acabar de una vez con lo que tan mal nos hace sentir...y aunque entiendo que no es fácil y yo no soy nadie para dar consejos, no puedo dejar de animar a todo aquel que lo considera imposible desde su acomodada ceguera.
Ahora las tardes son de sol y paseo, de té y bufanda, de gestos amables y reconocimientos, de conciertos y teatros, de dialogo y entendimiento, de amigos verdaderos, de poca cosa y de inconformismo, de cosas que quiero y por fin tengo...
No me gustaría ir de la mano de quien pueda hacerme daño, porque soy vulnerable, lo reconozco, pero también reconozco a quien no me merece cerca...
"...lo que está claro es que me acuerdo de aquel día..."
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