Llega tarde mi nota de primavera y en medio de una lluvia que, probablemente, pronto me hará daño en la piel.
Te quiero, si, incluso te amo..te amo mucho más de lo que se puede describir...pero los periódicos de mañana no traerán buenas noticias.
El mundo revienta, nos castiga,y nos empeñamos en destrozar por intereses económicos los lugares que no destroza la naturaleza.
Se enfrenta la humanidad sin ser conscientes de que en un futuro se llenarán las páginas que componen los libros de historia de un más que dudoso avance.
Estoy sobrecogido con las cifras, con la vulnerabilidad de la actitud frente a la vida. Forjamos una personalidad, construimos una vida, un status, una sociedad de bienestar, y, en un abrir y cerrar de ojos se activa el instinto de supervivencia por un latigazo de la madre Tierra, que nos castiga por tantísimo olvido de cuidarla.
Seguimos viviendo la vida sin pensar en los que vienen detrás. La lógica nos lleva a seguir viviendo las vidas de igual forma pero con bastante más miedo.
Todos nos creemos seres especiales y somos tan caraduras que solemos amplificarlo en cuanto tenemos ocasión y no nos damos cuenta de que si un día nos encontramos en una carretera desierta y sin oxigeno para todos, no habrá diferencia y seremos iguales...o incluso peores...
"Si ves una lagrima caer, no tengas duda de por qué se derraman...es este aire nuestro que está tan intoxicado..."
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