Nadie dijo que fuera fácil...y lo que tampoco nos dijeron fue que sería tan difícil,
pero a estas alturas, daba por sentado que algunas cosas ya estaban más que superadas.
La lectura que se hace de la vida cuando estás preso de manos
es comparable a no encontrar las palabras adecuadas.
Tú, deberías pensar lo que quisieras
para que Yo pueda hacer lo que corresponda...
pero cuidado con el tiempo que pasa entre una cosa y otra,
porque aunque tenga la misma duración,
te aseguro que para mí no tiene el mismo peso...